martes, 1 de noviembre de 2011

El caracol de la luz…



Como cada año a principios de octubre se anuncian los premios Nóbel en Suecia, paralelo a esto distintas actividades. He tenido la suerte de haber asistido a una conferencia del escritor Umberto Eco, en la casa de la cultura (Kulturhuset) de Estocolmo. Llevaba tiempo que no tenía esa sensación de gran emoción, por asistir a un evento. No quiero sonar cursi pero ha sido un honor escucharle en vivo y en directo. Hoy en la actualidad Umberto Eco se encuentra en la cumbre de su carrera dentro del mundo académico y literario con sus casi 80 años. Me ha hecho recordar a mi padre que había sido asiduo lector de sus escritos. La entrevista se llevo acabo por una periodista finlandesa que por cierto al inicio de las primeras preguntas daba la impresión de cierta timidez, quizás se tratara de tal respeto al  hecho de encontrarse frente a alguien que como él mismo comento a una de la preguntas: “ Ya soy un lobo viejo”.




Recuerdo haber leído aquella novela la cual causo polémica en los 80’s  “En el nombre de la Rosa”  que lo llevo al éxito como escritor,  y que dio partida o otras novelas de la misma línea. Seguro que como muchos habremos visto también en pantalla la película protagonizada por uno de mis favoritos James Bond , Sean Connery. En aquella época el libro o la película (para quienes no hayan leído la novela) y bien adaptada, habría provocado gran impresión y posiblemente preguntarnos si dentro esa ficción misteriosa, de lo oculto ¿Cuanto habría de verdad y cuanto de mentira? Hoy como hace 30  años, en su última novela “El cementerio de Praga” (Lumen Futura 2010) basada en un relato que nos conduce al siglo XIX recorre desde Italia hasta París…y su personaje principal “Simonini” (personaje protagonista, que como él expresa es el único ficticio) Una novela que esta causando una gran polémica. Por lo que aun así en tan solo una semana se dice haber vendido más de 100 mil libros,  si ha esto sumemos que ha pasado casi un año de su lanzamiento.

 


En la entrevista  al profesor “Il professore”, le preguntan si no teme al hecho de ser  acusado y confrontarse con las críticas.., él simplemente contesta y satiriza con su forma pragmática como semiólogo, pensador y escritor de larga experiencia. “He querido relatar una novela llena de material basado en sucesos del siglo XIX, que nos refleja a un tema actual” Nuevamente nos relata un mundo de conspiraciones, de sucesos, provocaciones religiosas y racistas. Pone nuevamente en tela de juicio, ¿Que es verdad y que es mentira? Lo que oscila entre el bien y el mal. Y agrega que dentro del ser humano, “si existe lo bueno, no puede dejar de existir lo malo”. Parece que a final de cuentas puede ser un aspecto de un escritor que quiere irritar y molestar, o simplemente hacernos reflexionar?

Al final de la entrevista como suelen hacer los escritores, se ha dedicado a firmar su libro. Sentado en  una silla y detrás una mesa bajo la luz tenue de la sala de conferencias, comenzó ha formarse una gran fila de admiradores con su libro entre las manos, por cierto que aun no he leído esta última novela aunque leído el argumento, y algunas críticas pero ganas no me faltan de leerla.
 



 Afuera de la sala vendían el libro pero solo en la lengua Sueca y como no quería quedarme con las ganas, he pedido a mi lindo esposo que la comprará solo para tener el privilegio de saludar al profesor, (mientras consiga leerlo en un idioma comprensible para mi ) Así que espere unos cuantos y largos minutos, hasta llegar y pedirle que firmara mi libro, le he saludado con una frase clara haciendo una reverencia con algo de timidez por “ser un lobo viejo”, le he dicho: -¡Profesor es un placer conocerle!- Él me miro como tratando de entenderme por que he querido decirlo en español, pensé que sería mas cercano en su propia lengua ( italiano).
 


Creo que nunca antes había pedido una firma ni siquiera algún actor o cantante pues a veces pienso que es algo patético, o será que yo soy tímida para esas cosas, pero tratándose de un escritor como Umberto Eco, me pareció que valdría la pena tanto para recordar ese momento.




Como muchos otros momentos de días de sol , París la ciudad de la luz, la ciudad del caracol (por como esta proyectada en forma de espiral) hasta ahora entiendo como están situados los barrios. Esta vez en la calma, motivo especial para ver algunas viejas y entrañables amistades, puede que sea un lujo, depende el cristal con que se mire y se tome…por eso de que suene presuntuoso o a glamour.



Pero bien vale la pena contar, pues siempre sorprende aunque sea en la imaginación. Respirar ese aire romántico, ese caos de una capital que seduce, de ambientes contrastantes, entre mezclado de época y actualidad.
 


Un escenario perfecto para perderse, perdernos en la conversación, y hacer como un día cotidiano de acompañante para ir recoger a los niños en un día de escuela, subir en el bus o al metro a la hora pico, ver un decorado en el parque por unos novios,  y otros que se casan, como tantos detalles que pueden sorprender cada día y pasar desapercibido para los mismos Parisinos.
 




Y como un gran regalo imaginar como en tercera dimensión, entrar a la Opera de París y poder ver un ensayo mientras nos imaginábamos en el escenario como niñas, recorrer las salas vestidas de gala, ¿cantante o bailarina?

 

 


En el techo de la sala, como nubes pizpiretas asomándose aquellas imágenes de ensueño, pintadas por el pintor Marc Chagall. Todo un  espectáculo y una gran degustación continuó otro día para seguir imaginando y recordando los juegos de niños en la exposición “Juegos y Humanos” en el Grand Palais.

 



Mientras hemos caminado desde la opera como buenas mujercitas, la conversación se vuelve más intensa. Una amiga se ha sumado a la intensidad bajo un día resplandeciente en París, también nos acompaña ese toque de picardía mexicana como parte intrínseca de nuestro lenguaje y pinta colores que enriquecen el paisaje en armonía con el vivo azul del cielo. Al frente como un cuadro realista se mira el río Sena, y como un tráfico de pensamientos  que corren por mi cabeza, uno de ellos se estaciona mientras miro el Puente Nuevo y recuerdo la Película de “Les amants del Pont Nouf”, y otro mas se desgaja en el recuerdo de mi primer visita a esta ciudad, como un sueño hecho realidad junto con aquella lagrimita derramada por la emoción al ver aquellas pinturas de los impresionistas a un paso de mi, en el museo de Louvre y la bailarina de Edgar Degas.

 


Desde mi primer visita hace unos años contados,  hasta hoy París no  deja de sorprenderme, y aunque, soy un poco mala para recordar nombres, bien podría recordar cosas, pasajes como sueños, que bien pueden editarse como uno quiera. Para saborear algo más esta vez. La Sainte Chapelle ( S. XIII) una vez mas sentí ponerse mi piel como de gallina.




La Sainte Chapelle, considerada como una obra crucial en el arte gótico. Momento para remontarnos en la historia de ambientes distintos como lo describe Umberto Eco en el XIX,.. XII, XVIII. Estimada como un gran relicario, gracias al rey Luís de Francia. Un viaje de reliquias que recorrieron desde Siria y Constantinopla. Imaginar pone la piel de gallina... Las paredes han sido sustituidas por 15 vitrales, que componen los pasajes de la Biblia imágenes desde el génesis hasta la historia de las reliquias de la pasión y el rosetón que representa la apocalipsis.




Afortunadamente como era un día pleno de sol, se podían admirar los vitrales especialmente los que han sido restaurados, hará pocos años y se seguirán restaurando hasta concluir en 2013. Pero como no soy historiadora, me detengo aquí y sigo, mientras mis acompañantes se han instalado en una de las bancas,  he aprovechado a uno de los guías y con mi conocimiento de medio francés pude entender  sorprendida la explicación, hemos tenido que salir justo cuando empezaba con la parte del rosetón. 



Continuando con nuestro camino hasta el barrio del  Marais, un sitio especial y delicioso donde el escenario se transforma y las cosas siguen pasando, un desfile de aficionados a los zombies se desplegaba por las calles, como una película de terror absurda e imágenes surrealistas. Este escenario tan amplio, ese “yo” como actor y el otro para seguir contando, entre un rico falafel en el barrio judío y una coronita, una cena con tostadas a lo mexicano y otro mundo de artistas. París un centro de reencuentros, algo de delicatessen.., con champagne o sin champagne, con glamour o sin glamour,  un gran petit déjeuner, unos huevos a la mexicana “picantitos” y recordando a mis amigos franco y mexicanos.. como aquellas las deliciosas cenas!









De vuelta estoy en mi otro escenario la luz se desliza para convertirse en decoración por unas horas en este País escandinavo, encender las velas. Lista para deleitarme con una cena romántica a propósito de París y los enamorados.

 




Un platillo sencillo y nutritivo para el festín de hoy salmón. Siempre que puedo aprovecho por que por estos rumbos se consigue más fresco. Por cierto alguna vez escuche de alguien decir que el salmón era un pescado, ¿ordinario...? Entiendo que algunos no les guste el salmón y tampoco es que sea tan barato, o se pueda comer casi cada día como tacos (pero en México...), tampoco es para cada día. Lo que si es que el salmón tiene un alto contenido de omega que contribuye a disminuir los altos niveles de colesterol y una excelente fuente de proteínas, es más que recomendable.




Salmón con hierbas frescas al horno (inspiración del mercado sueco).







Receta para dos personas

  Ingredientes:

- dos lomos troceados de salmón (250 gramos aprox. )
- un manojo de hierbas frescas: cilantro, eneldo, mejorana.
- 1/2 cebollino rebanado
- 1/2 calabacín en rebanadas
- 4 champiñones rebanados
- 2 trozos de mantequilla
- aceite de oliva
- sal de mar
- pimienta fresca


Preparación

Se colocan cada uno de los lomos de salmón troceados en papel aluminio previamente con un poco de aceite de oliva para que no se pegue, se pone una rebanadas de calabacín, champiñones, el cebollino, los trozos de mantequilla y las hierbas frescas. Se añade un poco de sal, pimienta y por último una gotas más de aceite. Se pone en le horno previamente calentado a 150 grados, y se deja unos veinte minutos. 

*El salmón no tiene que quedar muy cocido .



Acompañar con un poco de pan fresco, rústico.

 


Hasta la próxima!





 

1 comentario:

  1. Gracias por tu aportación de vivencias y sensaciones Gris!!! Nunca estuve en Escandinavia ni en París, pero se transmite muy bien :) Seguiré visitando tu blog! Tú visítanos pronto de nuevo... Un saludo y un abrazo desde Barcelona, Gloria

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