martes, 7 de febrero de 2012

Una entrada con sabor a febrero...





Hoy me he levantado muy temprano,  me asomo por la ventana y veo que hay un sol resplandeciente, el termómetro indica 15 grados bajo cero... 



me preparo el "petit déjeuner" con un nutritivo pan fresco de cereales, un poco de mantequilla, honung (miel en sueco)  una deliciosa mermelada de naranja , un té con leche de soja para llenarme de energía! Creo que me hace falta tomar unas calorías extras para poder salir a la calle.





Miro mis pies como se deslizan al andar, tengo la sensación de que camino diferente, no estoy acostumbrada...y a cada paso que doy siento que mis pies se enraizan a la tierra para no resbalar.




El paisaje se ve plano y endurecido por las capas de nieve  que desde hace apenas unos días el invierno ha revelado, pues esta temporada ha tardado en llegar. El lago ahora esta cubierto de hielo excepto un pequeño canal por donde tiene que pasar algún barco de carga. Se alcanzan a ver a lo lejos los árboles desnudos, y algunas ramas escarchadas casi cristalizadas, parecen escalatitas pues destellan brillos reflejados por el sol. -¡Una vez más en mi realidad, un paisaje blanco como de cuento escandinavo!-



Me enfrento a la nueva experiencia que me impresiona, que me enfría desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Algún niño pequeño juega con su madre tendrá apenas 2 años, con su traje como de astronauta se desliza desde la pequeña ladera del parque, no tiene ningún miedo, no pasa nada se divierte y sonríe de alegría. Por un momento lo envidio pues quisiera hacer lo mismo.



Aun me siento ajena  a esta geografía será porque acabo de regresar después de una pausa en el sur primaveral, puede ser un desafío ante la naturaleza polar y me doy cuenta que no estoy de vacaciones que  estoy de regreso en mi nueva casa. Sigo mi camino, escucho el viento como el sonido de una flauta que se expande y desaparece al girar en la siguiente esquina, siento mi cara entumecida, un cosquilleo en la punta de mi nariz  y respiro con ganas el CHI  que circula por mi organismo y el aire aunque es tan frío, seguro que purifica mis pulmones.



Me dirijo hacia al supermercado que esta a 15 minutos andando desde casa, pues hoy tengo ganas de comer algo caliente, se antoja con el tiempo una sopita. Las sopas son regeneradoras, reconstituyentes y muchas veces como un bálsamo para el alma. Suspiro recordando las que cocinaba mi nana, o las de mamá, siempre me han gustado aun así haga calor pero hoy se antoja más que nunca! Pensando que podría preparar alguna de: fideos, de pollo, de pescado, de camarones, de vegetales. Y mientras sigo con mis pensamientos... -¡ Ay, ay la falta de costumbre, uff...!- por un momento siento como mi pie izquierdo resbala, he pisado sobre el hielo... pero me he podido reincorporar enseguida.


Entro deprisa al supermercado y me despojo de las capas que me protegen del frío acerado. Me encanta ver las estanterías y descubrir todo lo que hay en los autoservicios, me parece interesante porque es como una introducción a la cultura de un país o región, y aunque no entiendo mucho el idioma miro los ingredientes para ver si logro entender algo de lo que voy aprendiendo, creo que es un buen ejercicio...! 




 Me voy directo a la parte de los vegetales y las frutas, me emociona ver la variedad, aunque nunca será como el sabor fresco e intenso del  país de origen. Pero al menos es agradable saber que se puede conseguir casi todo. Me sorprendo al encontrarme hasta con el aguacate Hass “el oro verde” como se le reconoce en mi tierra.  Encuentro el cilantro, chile habanero, chiles "gueros", frutas exóticas como la papaya, breva, lichis, etc. El mundo globalizado!




Me han entrado unas ganas de comer una sopa de camarón picosita, se me ocurre justo al pasar por la estantería de los productos asiáticos. Así que la haré inspirada en una receta tailandesa. Que por cierto caminando por mi barrio me doy cuenta que en Estocolmo hay bastantes restaurantes y pequeños quioscos de comida tailandesa para llevar, (a diferencia de los chinos en  España) y como muchos ingredientes son tan parecidos a los nuestros mexicanos, será la influencia de esa variedad de ingredientes, el sabor agridulce, y picante. 


Tengo esa  sensación que se hace agua la boca...

 


Sopa agridulce de  camarón o gambas

Ingredientes para dos personas

- 150 gramos de camarones frescos o gambas ( si no se consiguen frescos congelados)
- 100 gramos de ejotes frescos o judías verdes
- un litro de agua
- una cucharada de aceite
- una cucharada de pasta de tamarindo
- una cucharada de pasta roja de curry  (embotellada)
- una cucharadita de chiles rojos o guindillas picados
- una cucharada de salsa de pescado
- una rama de cilantro fresco picado
- dos hojas de lima kaffir
- una cucharada de azúcar mascabado o morena
- una cucharadita de jugo de limón
- sal

Preparación:

-Se lavan los camarones, se pelan y se les quita la cabeza, se abren por la mitad y se limpian, solo se les deja la cola. Los camarones se reservan. A parte las cabezas y las cascaras se colocan en una cazuela con el aceite caliente. Se fríen aproximadamente 10 minutos removiendo y hasta que tomen color. Se añade a la cazuela el curry mezclado en una taza de agua previamente caliente. Se deja hervir hasta que se reduzca el agua, unos 5 minutos a fuego medio. Se agrega el resto del agua y se deja a fuego lento unos 20 min. Se cuela el caldo en un recipiente. Las cáscaras y cabezas se desechan, se vuelve a poner el caldo en la cazuela.

-Se añade el tamarindo, los chiles picados, las hojas de lima, se deja a que hierva durante unos minutos. Se agregan los camarones, los ejotes o judías verdes, (estos deben quedar mas bien tiernos) se añade la salsa de pescado, el jugo de limón, y el azúcar.  Se remueve todo bien.  Para servir se añade el cilantro fresco picado. y sal algusto en caso que haga falta. Y listo!


* Receta inspirada  del libro de la COCINA TAILANDESA (Anne Wilson)

Hasta la próxima!


5 comentarios:

  1. Excelente. Qué ríco.

    ResponderEliminar
  2. miam miam! acá hace frío también, brr... me encantó ver la nieve, el super, y el restaurancito tailandes! un beso

    ResponderEliminar
  3. Me encanto tu entrada invernal! Me recuerda mucho a Chicago, asi igual es el invierno alla.

    ResponderEliminar
  4. gris, gris aqui ta,bien con sopitas y calditos!!!! besos

    ResponderEliminar
  5. Apenas me estoy en agosto, pero me mentalizo para el próximo otoño, besos Gris! Chela

    ResponderEliminar