domingo, 30 de septiembre de 2012

Cuento que te cuento agua de otoño...




Aunque a veces nos agobien esos eternos días de lluvia de verano, días grises que abundan en este país, se agradece que no falte agua en estas ricas tierras. Hemos tenido buenas ventiscas durante esa corta y tan esperada temporada por los suecos, se fue el verano y ha llegado el otoño.... así continúan las lluvias acechando ya el frío. Mi madre me cuenta que tampoco en mi tierra para de llover, entonces con la esperanza evoco aquellas eternas lluvias de verano, de otoño y el olor fresco ya en la calma. Así continua siguiendo su ciclo la naturaleza  a veces duro, pero cierto que al final de cada temporal siempre sale el sol...




Toques de colores tornasolados bajo las nubes se asoman ya, y la luz brilla dejando sombras que perfilan el encuentro de una nueva era... 






Entre tanto hoy me preparo para ir al bosque en busca de la famosas setas de la temporada Kantereller



Y a propósito  hace ya un año que comencé este blog y en mi primer post haciendo alusión de las setas, donde contaba también esa historia sobre como a mi abuela materna, le encantaba cocinar  aquella variedad de hongos de la zona ( en la sierra purepecha), tanto le gustaba que se arriesgaba hasta cocinar aquellos que no eran conocidos..


 Me alegra recordar esta experiencia que desde que era una niña no lo hago, ir cosechar setas. Las de mi tierra las más típicas “trompas de puerco” ya no se consiguen como antes en abundancia  son escasos por lo tanto mas caros.

"trompas de puerco"

De este lado, iremos en busca de la setas kantereller a ver que encontramos, y a disfrutar de estos bosques. Nos dirigimos hacia el sur de Estocolmo, aprovechamos un escaso día de  sol  aunque no se sabe si podría llover en cualquier momento a pesar de mirar el pronostico del tiempo.

Nos acercamos a una zona que se llama Gärna, y luego nos dirigimos hacia Ör en esta zona la hermana de mi marido tiene guardado su caballo, un hermoso caballo que estuvo a punto de ser sacrificado por su primer dueño pero esa es otra historia. 




Hacia tiempo que no visitaba una casa con una granja de esas de verdad, con un gallinero de verdad, un corral de cabras de verdad, con un corral de cerdos de verdad, y de verdad como los de los cuentos de ¡Hans Christian Endersen!.









La pequeña hija de la dueña de esta granja juguetea en plena libertad mientras la señora cuenta la historia de estas tierras, la pequeña tiene un gran espacio para jugar, donde tiene su casa de muñecas toda equipada en pleno campo, así corretea trepando por los techos de sus vecinas las cabras. A lo lejos se ven unos gansos, serán de ¿verdad?



Intentamos apresurarnos pues no es tan temprano como parece,  ya empieza a oscurecer mas temprano que hace una semanas,  así que debemos aprovechar el tiempo. Respiro para sentir el aire fresco pero de pronto como olas  llegan aquellos olores de excremento de  caballos, cerdos, gallinas, conejos... 



Estamos listos, la hermana de mi marido nos guía ya montada en su caballo, me invita a montar pero no me atrevo. Aun en mi memoria recuerdo aquella caída, que me dejó llena de morados como para recordar un tiempo.



Poco a poco nos vamos introduciendo en el bosque, las hierbas se enredan en nuestro pies, a veces el lodo suave se pega a nuestras botas. Luego subimos una pequeña cuesta en búsqueda de nuestras presas, observo con mirada de conejo a ver si tengo suerte, frente a mi se expanden alfombras de musgo y abundantes helechos. Entre los arboles se cuelan lo rayos de luz como navajas que marcan los distintos verdes.





Que riqueza de ¡naturaleza!. Aquí están he encontrado unas pequeñas islas de hongos justo en las faldas de los árboles, que resaltan por aquel intenso color naranja y esos puntos blancos. Así otras y otras, esto esta lleno de ¡vida!



"amanita muscarea"





Finalmente hemos conseguido unas cuantas...


"trompeta de los muertos"


Por lo menos hemos conseguido las suficientes  para degustar este manjar. Vamos a ver que cocinamos algo sencillo. Si no volveremos a otro bosque en su búsqueda, si esto es el comienzo de la ¡temporada!









Crema sencilla de setas 

- 3 tazas setas Kantereller
- 1 ajo picado
- 1/2 cebolla picada
- 1/4 taza de crema
- eneldo
- mantequilla
- 2 tazas de caldo de pollo
-sal y pimienta

*separar  algunas setas para decorar.

Preparación:

Se sofríe el ajo con la cebolla en la mantequilla y se añaden las setas unos 10 minutos a fuego medio. Una vez suaves se muelen con el caldo, el eneldo, sal y pimienta al gusto. Se pone en la cazuela previamente caliente. Cuando este apunto de hervir se añade la crema se mezcla bien, se deja unos minutos más y listo. Se acompaña con pan ¡fresco!

¡Hasta la próxima!