martes, 21 de febrero de 2012

Un dulce placer con un toque de antropología...


  
Hace unos días visite la biblioteca Pública (‘’ Stockholms stadsbibliotek’’)  y uno de los edificios más notables de la ciudad,  diseñado por el arquitecto sueco Erik Gunnar Asplund, en 1928. 

 
Un edificio de forma cilíndrica, de color naranja, que resalta por el contraste del blanco frío de la nieve. Tenía mucha curiosidad de entrar, respirar el olor que guardan los libros, tantos títulos para poder leer, y escoger lo que quisiera gratis. De repente sentí un dulce placer y me acorde de un cuento de mi infancia. 




Parece que se titulaba “encerradas”;  sobre dos niñas que entraban a la biblioteca del pueblo, se habían quedado dormidas leyendo, que cuando despertaron ya habían cerrado la biblioteca. Las pequeñas solo tenían una tableta de chocolate guardado en alguno de los bolsillos de sus vestidos,  era lo único que tenían para cenar. No fue  hasta la madrugada que el tío Tom (por decir un nombre, que no recuerdo bien...) las había encontrado y recogido en su camioneta, así me imagine saboreando muchas veces, solitaria encerrada leyendo todo lo que me apeteciera... 



No puedo evitarlo me entra un poco de frustración pues el idioma sigue siendo un punto débil para mi, no importa  seguro lo aprenderé con paciencia que un día entrara en mi cabeza.

 -¡Cuanto conocimiento, cuantos libros!- Me sentí como una de esas niñas  del cuento...solo que la biblioteca aquí es aun  mas grande que la del pueblo. 

 
Hemos entrado de prisa pues hacia mucho viento,  subimos la escalinata que da enseguida a la sala principal. Me detengo justo en medio del recinto, miro a mi alrededor y lentamente hago un giro de 360 grados, las estanterías son abiertas.








Observo con más interés, pero antes me acerco a una de las computadoras para hacer una búsqueda, puedes hacerlo  por autor, año, etc. 

  
Después continuo el recorrido,  me voy acercando a las estanterías, me percato que en la segunda planta esta la sección de libros en inglés, francés y alemán, al menos conozco alguno de estos idiomas...que -¡maravilla!- 




 
Del otro lado esta el área de lectura,  mas estanterías por tema, voy directo sin titubear a la de “Arkeologi” se entiende...en Sueco, y tomo un libro “People of hearth” Escrito por el arqueólogo (Brian M Fagan)... “Una introducción a la prehistoria del mundo”. En idioma, inglés. 

  
Tranquilamente tomo mi tiempo y empiezo a hojearlo, veo que me atrae, como si el libro me escogiera a mi y no yo a el...en un instante vino a mi cabeza aquella frase... “debemos conocer el pasado para comprender el presente”, Pienso entonces en la sabia naturaleza que sigue su curso día a día, mientras procuro comprender-me, “carpe diem”, este recorrido, donde vivo, esta cultura al norte , mi cultura al sur. Pienso en estos tiempos...,en la evolución, en la transformación, y en este mundo... Parece ser que nada es casualidad... que todo este ligado y que entre ciclos eternos oscilemos en el tejido del tiempo y el espacio de este inmenso universo!

Lago de Riksby (Bromma) Suecia.


Grabados rupestres de Tanum (Suecia)
Le he comentado entonces a "min man" (mi marido) en sueco, que quería llevar este libro a casa, ha sido tan sencillo no tienes que preguntar al personal, solo pasas por una maquina, el código del libro y la tarjeta de miembro. No hay coste tienes como máximo un mes para devolverlo. Así que atenta y con la calma lo voy saboreando entre otras lecturas y recetas, al lado de una taza de té caliente y a veces hasta con un postre, pensando que hace 14 mil años la última etapa de la edad del hielo, se dice que entonces Europa, y el mundo...Me encuentro con las culturas madres, las grandes civilizaciones, mesoamerica, los mayas, los aztecas, los inca, etc. y pienso en los ciclos...¡Un buen bocado! 


 


Y hoy acompaño la lectura con un pastel de zanahoria sencillo. Tengo que decir que antes no me gustaba mucho, pero desde que llegue a esta ciudad me llama la atención que en la mayoria de los cafés que he entrado me encuentro que tienen pastel de zanahoria y con el frió que hace dan ganas...! Así que como tengo suficiente tiempo me atrevo a  prepararlo yo misma, (inspiración de una receta que en contre en un blog) para ser honesta no soy experta en el tema de los pasteles, pero no es nada complicado, creo que ha quedado bueno..., solo he cambiado la harina, por harina integral que es más sana, la piña de lata a la natural, he puesto menos azúcar (mascabado) de la indicada, y miel. Pues eso si no me gustan las cosas tan empalagosas. Así que lo disfruto con gusto, acompañado de un té y un toque de antropología.




 






Pastel de zanahoria sencillo



Ingredientes:

2 tazas de harina de trigo integral

2 cucharadas de polvo para hornear

1 1/2 cucharaditas de canela molida

1/2 taza de azúcar mascabado

1/2 taza de miel

1/3  taza de aceite vegetal

1 huevo

3 claras

3 tazas de zanahorias ralladas

1 taza picada de piña natural


Cubierta:

180 g de queso crema light suavizado

3/4 taza de azúcar glass

1 cucharada de fécula de maíz

1 1/2 cucharaditas de extracto de vainilla.

½ taza de pasitas



Preparación:

1. Calentar el horno a 180°C.

2. Se combina la harina, con el polvo para hornear y la canela en un recipiente pequeño. Se baten juntos el azúcar, la miel, el aceite, el huevo entero y las claras de huevo en otro recipiente más  grande con la batidora eléctrica. Poco a poco, se bate la mezcla de harina con la azúcar a baja velocidad hasta que se integren. Se agregan las zanahorias, la piña machacada. Se puede añadir ½ taza de pasitas (opcional)

3. Se vierte la pasta en el molde engrasado. Hornear  45 minutos o hasta que inserte un palillo y éste salga limpio. Se deja enfriar completamente en el molde sobre una rejilla.

4. Para la cubierta, se bate el queso crema, el azúcar glass, la fécula de maíz y la vainilla en un recipiente pequeño hasta que suavicen. Se esparce la cubierta sobre el pastel. Se puede dejar un poco de la cubierta y añadir un poco de tintura naranja para adornar con la duya. Se guarda en el refrigerador.

* Pueden acompañarlo con un té de lo que quieran: verde, rojo, negro con rosas, especies, chai, etc. o un cafecito.


Que disfruten!


martes, 7 de febrero de 2012

Una entrada con sabor a febrero...





Hoy me he levantado muy temprano,  me asomo por la ventana y veo que hay un sol resplandeciente, el termómetro indica 15 grados bajo cero... 



me preparo el "petit déjeuner" con un nutritivo pan fresco de cereales, un poco de mantequilla, honung (miel en sueco)  una deliciosa mermelada de naranja , un té con leche de soja para llenarme de energía! Creo que me hace falta tomar unas calorías extras para poder salir a la calle.





Miro mis pies como se deslizan al andar, tengo la sensación de que camino diferente, no estoy acostumbrada...y a cada paso que doy siento que mis pies se enraizan a la tierra para no resbalar.




El paisaje se ve plano y endurecido por las capas de nieve  que desde hace apenas unos días el invierno ha revelado, pues esta temporada ha tardado en llegar. El lago ahora esta cubierto de hielo excepto un pequeño canal por donde tiene que pasar algún barco de carga. Se alcanzan a ver a lo lejos los árboles desnudos, y algunas ramas escarchadas casi cristalizadas, parecen escalatitas pues destellan brillos reflejados por el sol. -¡Una vez más en mi realidad, un paisaje blanco como de cuento escandinavo!-



Me enfrento a la nueva experiencia que me impresiona, que me enfría desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Algún niño pequeño juega con su madre tendrá apenas 2 años, con su traje como de astronauta se desliza desde la pequeña ladera del parque, no tiene ningún miedo, no pasa nada se divierte y sonríe de alegría. Por un momento lo envidio pues quisiera hacer lo mismo.



Aun me siento ajena  a esta geografía será porque acabo de regresar después de una pausa en el sur primaveral, puede ser un desafío ante la naturaleza polar y me doy cuenta que no estoy de vacaciones que  estoy de regreso en mi nueva casa. Sigo mi camino, escucho el viento como el sonido de una flauta que se expande y desaparece al girar en la siguiente esquina, siento mi cara entumecida, un cosquilleo en la punta de mi nariz  y respiro con ganas el CHI  que circula por mi organismo y el aire aunque es tan frío, seguro que purifica mis pulmones.



Me dirijo hacia al supermercado que esta a 15 minutos andando desde casa, pues hoy tengo ganas de comer algo caliente, se antoja con el tiempo una sopita. Las sopas son regeneradoras, reconstituyentes y muchas veces como un bálsamo para el alma. Suspiro recordando las que cocinaba mi nana, o las de mamá, siempre me han gustado aun así haga calor pero hoy se antoja más que nunca! Pensando que podría preparar alguna de: fideos, de pollo, de pescado, de camarones, de vegetales. Y mientras sigo con mis pensamientos... -¡ Ay, ay la falta de costumbre, uff...!- por un momento siento como mi pie izquierdo resbala, he pisado sobre el hielo... pero me he podido reincorporar enseguida.


Entro deprisa al supermercado y me despojo de las capas que me protegen del frío acerado. Me encanta ver las estanterías y descubrir todo lo que hay en los autoservicios, me parece interesante porque es como una introducción a la cultura de un país o región, y aunque no entiendo mucho el idioma miro los ingredientes para ver si logro entender algo de lo que voy aprendiendo, creo que es un buen ejercicio...! 




 Me voy directo a la parte de los vegetales y las frutas, me emociona ver la variedad, aunque nunca será como el sabor fresco e intenso del  país de origen. Pero al menos es agradable saber que se puede conseguir casi todo. Me sorprendo al encontrarme hasta con el aguacate Hass “el oro verde” como se le reconoce en mi tierra.  Encuentro el cilantro, chile habanero, chiles "gueros", frutas exóticas como la papaya, breva, lichis, etc. El mundo globalizado!




Me han entrado unas ganas de comer una sopa de camarón picosita, se me ocurre justo al pasar por la estantería de los productos asiáticos. Así que la haré inspirada en una receta tailandesa. Que por cierto caminando por mi barrio me doy cuenta que en Estocolmo hay bastantes restaurantes y pequeños quioscos de comida tailandesa para llevar, (a diferencia de los chinos en  España) y como muchos ingredientes son tan parecidos a los nuestros mexicanos, será la influencia de esa variedad de ingredientes, el sabor agridulce, y picante. 


Tengo esa  sensación que se hace agua la boca...

 


Sopa agridulce de  camarón o gambas

Ingredientes para dos personas

- 150 gramos de camarones frescos o gambas ( si no se consiguen frescos congelados)
- 100 gramos de ejotes frescos o judías verdes
- un litro de agua
- una cucharada de aceite
- una cucharada de pasta de tamarindo
- una cucharada de pasta roja de curry  (embotellada)
- una cucharadita de chiles rojos o guindillas picados
- una cucharada de salsa de pescado
- una rama de cilantro fresco picado
- dos hojas de lima kaffir
- una cucharada de azúcar mascabado o morena
- una cucharadita de jugo de limón
- sal

Preparación:

-Se lavan los camarones, se pelan y se les quita la cabeza, se abren por la mitad y se limpian, solo se les deja la cola. Los camarones se reservan. A parte las cabezas y las cascaras se colocan en una cazuela con el aceite caliente. Se fríen aproximadamente 10 minutos removiendo y hasta que tomen color. Se añade a la cazuela el curry mezclado en una taza de agua previamente caliente. Se deja hervir hasta que se reduzca el agua, unos 5 minutos a fuego medio. Se agrega el resto del agua y se deja a fuego lento unos 20 min. Se cuela el caldo en un recipiente. Las cáscaras y cabezas se desechan, se vuelve a poner el caldo en la cazuela.

-Se añade el tamarindo, los chiles picados, las hojas de lima, se deja a que hierva durante unos minutos. Se agregan los camarones, los ejotes o judías verdes, (estos deben quedar mas bien tiernos) se añade la salsa de pescado, el jugo de limón, y el azúcar.  Se remueve todo bien.  Para servir se añade el cilantro fresco picado. y sal algusto en caso que haga falta. Y listo!


* Receta inspirada  del libro de la COCINA TAILANDESA (Anne Wilson)

Hasta la próxima!