Hace unos días que mi clima ha
cambiado: los colores, los olores, los sabores... - Suecia- México- 16 horas de vuelo con escala en “La ciudad
luz”, claro esta que ha sido mas
largo el recorrido que en anteriores ocasiones, mi organismo parece sentirse mas
agotado esta vez, pues ha tomado mas tiempo adaptarse. Será que estoy entrando
en una nueva ¿fase? , que dentro de mi hay una revolución maravillosa y que
estoy más -¿Sensible...?-
Finalmente estoy aquí de visita,
para contarles desde mi tierra...
Días de calor en otoño, casi invierno, -¡ Un poco de fresco y
de lluvia!- sin embargo es agradable cuando siento como una estela de
sensaciones; ramillete florido se dispersa y me estremece como el vaivén de aquel
viento que deje en el norte gélido. Es noviembre y se acerca el día de festejar
a “todos los santos”, el día de
“los muertos”, de “las ánimas”.
Me encuentro aquí en tiempo de
luz mágica que calienta suavemente, donde a la muerte se le celebra como a la
vida misma, aquí donde a la muerte se le llora, se le canta; a veces acompañada
entre risas y bromas recordando a los que ya se fueron.
Hacia muchos años desde que me
fui a vivir a España y finalmente a Suecia que no participaba
en este día tan especial “el día de los muertos”. Esa sobriedad sobre la muerte
que existe en el occidente es lo contrario a nuestra idiosincrasia.
Pareciera que fuera un sueño después de que mi nana pasara a la otra vida ( hace 8 meses) , cuando entonces no puede estar presente en el lecho de su muerte. Pero hoy, “aquí y ahora” en este tiempo colorido y apacible pienso aún mas en ella; me imagino que se ha ido a un largo viaje donde no existen fronteras, donde el descanso es eterno.
Pareciera que fuera un sueño después de que mi nana pasara a la otra vida ( hace 8 meses) , cuando entonces no puede estar presente en el lecho de su muerte. Pero hoy, “aquí y ahora” en este tiempo colorido y apacible pienso aún mas en ella; me imagino que se ha ido a un largo viaje donde no existen fronteras, donde el descanso es eterno.
Esta tradición del " dia de los muertos" es una de las mas
bellas de mi tierra, especialmente para nosotros y en esta parte geográfica de
la sierra purepecha, donde hemos pasado parte de nuestra infancia. En esta
ocasión me encantaría compartirles este festejo en honor a “nana Chuchita” creo
que algunos de ustedes quienes se han interesado o tenido curiosidad de leer mi
blog de vez en cuando, les debe parecer
también familiar ya que algunos de mis escritos están dedicados a esta
gran mujer (tan importante en nuestra familia). Quizás estos escritos sean
parte del preámbulo de uno de mi sueños desde muy joven, escribir un libro sobre su vida y su
cocina. Mientras continúo...
31 de octubre.
Estoy lista para ayudar a mi
hermana la pequeña, quien se ha encargado de preparar con antelación todos los
preparativos para esta celebración. Nos esperan los cubos repletos de flores de
cempasúchil y de celosía, flores
de nube, palmas para el arco de flores.
Las calaveras de azúcar, las “calacas” de palma, las velas, el cirio, el copal que
simbolizan diferentes significados en el altar, a parte de otros detalles como
el papel picado para decorar la casa.
-Es extraño- , le comento a mi hermana... y como si me leyera
el pensamiento - sii...- me contesta ella abstraída entre sus pensamientos. -Es
como un sueño- continúo... recurrimos a las memorias de nuestra infancia: correteamos entre los pasillos y el solar de esta casa, contemplamos las risas y el llanto
de la gente que acompaña, mientras que nosotros formamos parte de algo que no
entendemos...
-Si- ¿verdad? – confirmamos al mismo tiempo nuestra realidad entre
el intenso aroma del cempasúchil y el olor fresco del “huinumo” (hojas de
pino fresco)
A decir verdad la tradición en
esta zona, no es conocida como la de Patzcuaro, Janitzio o Tinzuntzan y sus alrededores entre otros.
Aquí en este pueblo de la sierra purepecha, se hace un festejo donde la gente
dice que “hay animas”, es principalmente solo en casas donde han fallecido aquellas personas en el año en curso.
Ahí es donde se hacen los grandes altares, se preparan los nacatamales ( tamal
típico de esta región para esta fecha) . El día primero de noviembre los
familiares y conocidos de la persona que falleció llevan una ofrenda por lo
general comida o fruta, como: plátanos, manzanas, mandarinas, o el típico pan
de “muerto”. Los visitantes llevan
una ofrenda la entregan a algún familiar que los recibe y los va colocando en
el altar. A cambio y en agradecimiento se les ofrece: tamales y bebida, o algún
detalle ya sea un plato o taza de barro con el nombre del fallecido.
Durante este día desde la mañana
hasta la noche desfilan las visitas con sus ofrendas. Por la noche como a
las 8, concluye el festejo con el
recibimiento de 16 jóvenes que representan a unos soldaditos incluyendo el
capitán. Estos llevan una cañas (de azúcar) que representan el fusil. Ellos se preparan antes en la plaza
del pueblo y van de casa en casa donde hay “animas”, detrás de ellos les sigue
gente del pueblo y la banda de música, así van de casa en casa de los
festejados. Se dice que van cortando con su armas lo que se les cruce en el
camino.
Nos cuentan diferentes personas esta tradición, el significado que es que estos jóvenes representan el anima del difunto, que destruye lo que más le gustaba para llevárselo con él al otro mundo: plantas, cazuelas, flores, etc. (excepto que respetan el altar). La familia del difunto a cambio les regala comida, fruta y aguardiente. Y así estos hombres recorren el patio y salen por el solar, al resto de la gente también se le regala nacatamales y fruta. Al siguiente día las ofrendas que han llevado al difunto se reparten por la mañana en el panteón.
Nos cuentan diferentes personas esta tradición, el significado que es que estos jóvenes representan el anima del difunto, que destruye lo que más le gustaba para llevárselo con él al otro mundo: plantas, cazuelas, flores, etc. (excepto que respetan el altar). La familia del difunto a cambio les regala comida, fruta y aguardiente. Y así estos hombres recorren el patio y salen por el solar, al resto de la gente también se le regala nacatamales y fruta. Al siguiente día las ofrendas que han llevado al difunto se reparten por la mañana en el panteón.
Continuamos con los preparativos,
algunas muchachas le ayudan a mi hermana a preparar el “huinumo” . Con una de
las muchachas empezamos a forrar el arco con las flores que enmarcará el altar,
así se nos va el día recordando... entre risas y alguna lagrima de alegría y nostalgia... -¡Ay la nana cosa seria!-, guerrera incansable hasta el final de sus días...-¡Escucho un canto!- decía ella mirando en su propia habitación –¡Hija mira esos músicos!-
así se nos va el día recordando... entre risas y alguna lagrima de alegría y nostalgia... -¡Ay la nana cosa seria!-, guerrera incansable hasta el final de sus días...-¡Escucho un canto!- decía ella mirando en su propia habitación –¡Hija mira esos músicos!-
-¡Donde, Chuchi, donde!- le contestaba mi hermana..., Seria
que su hora se iba ¿acercando?
-Quien iba decir-- ¿verdad?- Todo tiene un tiempo que -¡no
perdona ni a los más despistados!.
1 de noviembre.
Hemos llegado temprano, ya esta
todo casi listo,
solo esperamos los nacatamales aunque no quisiéramos perder esta parte de la tradición como cuando nana y sus hermanas hacían aquellas ollas de barro enormes de nacatamales que desde muy temprano se reunían ha prepararlos.
solo esperamos los nacatamales aunque no quisiéramos perder esta parte de la tradición como cuando nana y sus hermanas hacían aquellas ollas de barro enormes de nacatamales que desde muy temprano se reunían ha prepararlos.
Pero mi hermana ha tenido que mandar hacer los nacatamales por cuestiones de gestión y tiempo con una mujer del pueblo.
Algunas personas van llegando yo voy recibiendo las ofrendas,
nos disculpamos por que aun no tenemos listos los tamales, afortunadamente mi
hermana a preparado unos detalles: rosarios, pan y unos dulces mientras nos
entregan los esperados “nacatamales”.
Ya son casi las doce del día.
Mientras una de la muchachas que nos ayuda dice: -¡Ya son las 12:00!- -¡ ya
están las “animas con nosotros”! –¡Ya esta Chuchi aquí..!
- La piel se me pone de gallina y la garganta se me cierra por unos instantes estoy un poco resfriada - ¡ya hace fresco!-
- La piel se me pone de gallina y la garganta se me cierra por unos instantes estoy un poco resfriada - ¡ya hace fresco!-
Llegan el resto de nuestra
familia, seguido de amigos ,
algunos familiares y mas, y mas gente...
Degustamos los nacatamales, el ponche y el altar se va llenando poco a poco hasta el anochecer donde se funde un gran colorido entre frutas panes y la luz de las velas.
Entran los ¡soldados!..
¡Hasta la próxima!
Degustamos los nacatamales, el ponche y el altar se va llenando poco a poco hasta el anochecer donde se funde un gran colorido entre frutas panes y la luz de las velas.
Entran los ¡soldados!..
Nacatamales de Zacán |
¡Hasta la próxima!
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