miércoles, 22 de octubre de 2014

Saborcito de Mexiko otoñal





Una estela de verano percibo ya desde lejos, -¡parece que fue ayer!-  Entonces es cuando empiezo a recordar... 







que hemos dejado Suecia, un país nórdico de sabores distintos, de paisajes bucólicos que cautivan y que remiten a cierta melancolía aún en el estío..





De pronto me interrumpe mi voz interna -¡Bien venidos a México!- -¡Cuidado con lo que desees por que se te cumple..!- Si aquí estamos, cumpliendo con el inicio de esta etapa otoñal.  Esta si parece que es la estación más melancólica del año y por cierto una de las estaciones que mas me gusta. Se dice que es tiempo de cosechar, de tomar las cosas con calma, así como si fuera una pausa en nuestros andares,  tomar las cosas con sosiego. 




Por que nada es como parece... ( Retomando la frase de una amiga)


 Los días se acortan, el sol se esconde un minuto más temprano  cada día, esto no es nada comparado al tiempo de Suecia.  Ahora es aquí de este lado, y es esta naturaleza que nos aguarda... 




Nos proponemos entonces a disfrutar de este otoño, y dejarnos sentir estos contrastes de México: lluvioso, calido, fresco, colorido, colorado, y así interminable de describir esta tierra llena de vida, como de penas... que aunque duelan " acompañadas con pan son buenas.. " y aunque se "acongojen" los corazones, algo nos alegran el ¡alma!





Dicen que no ha parado de llover desde abril. Yo recuerdo los veranos eternos aquellos días de lluvia que incitaban a resguardarnos. Como hace unos días todavía, en ese hogar acogedor de la colonia Escandón cuando intentaba escribir en mi tiempo libre algunas frases, que de vez en cuando ensalzaban el ambiente desde mi retorno a estas tierras. Y ahora, acompañada de esas luces desde nuestro nuevo hogar. Así es, con esta vista claramente urbana...





Esta urbe nuevamente esta tan presente, después de 13 años desde aquella despedida... miro en mis archivos algunas fotos y aún recuerdo que solíamos ir a bailar aquellos sones cubanos,  aquellas tertulias, aquellas sobre mesas y los mariachis; ese folklor recurrente de dramas de amor y risas nocturnas. Pero todo cambia  vamos cambiando con el tiempo; menos mal pues así es la ¡vida!, gracias.






Volviendo a esta realidad, hoy  hemos salido a pasear por el Parque México, este barrio de la Colonia Condesa que ha sido parte de mi vida en esos años intensos que vivi en esta ciudad.  Mientras  que paseo con esta pequeñita veo este desfile de perros acompañados de sus nanas, de esos cuidadores "multiperros"  que llevan tirando entre sus manos casi una decena de cadenas. De pronto nos giramos para escuchar a un grupo de músicos que alegraban el momento con algunas notas de jazz. 





 Miro detenidamente las hojas de los árboles se siente el fresco que transpiran por tanta lluvia pues no ha cesado desde la primavera.



A decir verdad aunque el tiempo nos denote el otoño no es como las estaciones contrastantes del cono norte, sin embargo percibo ya ese aroma acompañado de fresco,  de estos sabores con los que creci... Un té caliente de "nuríte", un "champurrado",  un atole de grano ,  de aquellos del mercado de antojitos o de ferias pueblerinas.






De camino a mi tierra y desde el autobús puedo ver ese paisaje maravilloso que cubre el campo con mirasoles y los maizales. Esta es la etapa mas verde del año , este es el otoño en estas tierras, de verdes vivos y de vivos colores, algo que cambiara después de levantar la cosecha.







Me llena de alegría al volver a ver este patio que aderaza con sus flores esta casa que ahora huele a humedad.



 Nos reciben contentos mama, la tía, y toda la familia. Me encanta también ver a "Lore" perico,  parece que no pasara el tiempo por sus plumas, es como un emblema para este escenario. Lo observo detenidamente pero no se en que momento... se repite el balbuceo de la pequeña, y ella intrépida se acerca para saludarlo.- ¡Noo!- ¡por que pica!- La tía Mimó , se acerca con gusto para explicarle  que tiene un pico largo y hay que tener cierto cuidado.


Así transucurre nuestros días, nuestro tiempo como oro...festejos y comidas que alegran la barriga y al ¡corazón!




¡Hasta la próxima! 

Aqui les dejo con una receta para los que no la conozcan...




Me encanta este platillo típico de Michoacán.  Algo que es muy rico y fácil de preparar. Esta es mi versión de la "morisqueta".

Morisqueta (sencilla)

-2 tazas de agua
-1 tazas de arroz
-sal al gusto

Salsa
-3 jitomates
-1 chiles serrano o de árbol
-1/4 de cebolla
-100 gramos de queso freso o (añejo)
-aceite para freír (maiz o girasol)


-crema fresca o jocoque
-queso fresco 



*Opcional

-2 tazas de frijoles 
-2 litros de agua o la suficiente hasta que estén bien cocidos y caldosos
sal



-Se pone a hervir el agua y se añade el arroz previamente lavado, y se añade sal al gusto.  Se deja hervir el arroz unos 20 minutos y se baja la temperatura hasta que quede suave el arroz y se tapa.

Se hierven los jitomates con los chiles, la cebolla y sal al gusto. Se quita la piel de los jitomates y se muele todo en la licuadora. Aparte se fríe el queso en trozos y se añade la salsa de jitomate hasta que se fría.

Una vez cocido el arroz, y lista la salsa se sirve una ración de arroz, un poco de salsa encima , la crema y queso fresco al gusto. 

*se puede acompañar con los frijoles.

*Los frijoles se pueden remojar un día antes en agua o el mismo día  en olla express. 

jueves, 14 de agosto de 2014

Entre mares, el verano sueco y algo de Bergman...



Y como ¿empezar...?

Creo que empezar a hablar sobre el clima es mas sencillo.. y parece ser que ha pasado una larga temporada en reposo de este ¡blog,!  Mirando hacia atrás ha pasado casi un año, un año consumado de muchas alegrías y emociones juntas.. -¡así es la vida! (una de mi frases favoritas) pues ha concluido una etapa, y comienza ¡otra! Así que aprovechando nuestra estancia temporal en estas tierras y que mejor en esta maravillosa época de verano. 







Me gustaría compartir esta vez la experiencia de este tiempo mágico, que compensa el largo invierno escandinavo. Estos largos días resplandecientes, llenos de luz y que dan energía a este pequeño mundo que se vuelve algo calido y acogedor.













Para conocer otra parte de estas tierras escandinavas hemos decidido pasar unos días a la isla de Gotland a 3 horas en ferry desde Estocolmo.  






 Visby la  capital de Gotland, es una ciudad medieval,  amurallada  de estrechas y empedradas  calles.




y en esta época de verano se pueden apreciar una gran variedad de flores .






- Es un deleite pues me fascinan ¡las flores! - Pienso en mi madre cada vez que veo un jardín,  como este "el jardin botánico de Visby",  frente a nosotros. 











Aquí se puede respirar y apreciar ese aroma delicioso que se pierde cuando a unos metros y detrás de la muralla el paisaje se expande con el mar báltico. 


      
Aunque es un día soleado, hace un poco de fresco por el viento que  no falta en el mar ¡Báltico!, siento como  revuelca mi cabello pero poco importa... Solo nos dejamos llevar y disfrutar de este maravilloso paisaje tan nórdico.



De pronto me entra una gran curiosidad cuando veo esas casitas de ventanas tan tentadoras, me gustaría entrar en cada una de ellas y convertirme en una niña o ser una intrusa al acecho. 






Realmente es como estar en un cuento, casi todas las puertas se enmarcan con rosas y flores de colores. Este es el lugar donde se  realizo aquella serie,  “Pippi Långstrump" personaje divertido de la escritora Astrid Lindgren.




Ahora nos dirigimos  hasta  la Isla de Fårö en donde el paisaje poco a poco se vuelve mas solitario, algo salvaje y dramático, este sitio me seduce, un lugar ¡inspirador...!









No quiero imaginar el invierno, sin embargo creo que esta isla tiene algo tan especial, que tal vez hasta el invierno podría seducir casi a cualquier visitante.





Hemos parado por el camino para comer, - Algo así como, lo más típico... un pescado ahumado que a la vista parece extraño- ¡Pero que delicia!- y lleno de -¡Proteinas!-




 Puedo imaginar y despues de recorrer un poco esta isla, que fue lo que le inspiró a Igman Berman y  para ser mas exactos...









Fue en el año de 1960 cuando se enamoró de esta isla y decidió filmar seis de sus películas. 





 Bergman vivió aquí largas temporadas y  finalmente en esta isla   es donde descansan sus restos.


Haciendo un poco alusión a esta pequeña Isla, cuenta la  historia que en 1890, la época mas cruda de la depresión, mucha gente emigro a USA a NY y poco tiempo después algunos regresaron a su tierra ya que añoraron su hogar.




En el museo de Igman Berman que se encuentra en esta isla, se exhibe también parte de la historia de Fårö, en una de las salas se exponen cartas de gente que intento volver y tampoco pudo regresar,  lo cual fue muy triste... y mas en aquellos tiempos de tan largo viaje. 






En algunos instantes pensé en los corazones partidos como el las personas que se exilian sea por gusto o por circunstancias extremas. Me recuerda que la nostalgia, es intrínseca del ser humano,  es bueno sentirla pero es bueno mirar siempre hacia delante... A veces me parece que estoy repartida entre dos aguas,  y me pregunto, ¿cual  será la estancia de mi retiro? tal vez algún lugar de estaciones de contrastes, o paisajes en ¿soledad?  






 No lo se,  lo que si les puedo contar es que en este momento me inspira compartir  desde este pedazo maravilloso de tierra, que me insita a saborear de los contrastes: viento, sol, y mágica soledad acompañada de ¡mis amores!  Con los cinco sentidos atentos en todo momento, "aquí y ahora".





Esta playa solitaria que se expande frente a mi vista como un gran espejo de agua,  a lo lejos se ve alguna persona que pasea a su perro y frente a  mi, nuestra pequeña que juega en la arena, ella esta concentrada pues nada importa, esta en su mundo, descubriendo el sabor de la arena.





Son casi las ocho de la noche, se escucha el silencio y frente a nosotros el mar báltico donde resaltan esas enormes piedras como estatuas postradas por años en este mar frío y gélido eso si aunque es ¡verano!



De este otro lado nos encontramos con este otro paisaje emblemático, unas pequeñas casitas de pescadores, tan sobrias como el espacio que habitan, parece que miran tranquilas  al horizonte esperando ser visitadas y aquí estamos...




Así pasaron nuestros días contentos de explorar un poco mas este mundo escandinavo, tan sobrio y discreto que seduce... así que seguimos aprovechamos el tiempo de ¡luz!




Ya de regreso en Estocolmo nos disponemos  a prepara una rica  barbacoa parte del ritual del veranos sueco...









 Hasta la proxima!!