Hace tres meses quería
retomar este blog, y mi intensión era que no me rebasara el verano, pero sucedió:
De pronto la vida se hizo mas
intensa , como el verano que se ha ido en un abrir y cerrar de ojos, entonces me veía a mi misma y me
pellizcaba para ver si era verdad que iba acompañada con un cochecito, los días eran todos especiales, miraba con ojos de gato a mi pequeña, -¡Ya soy mamá!- no lo podía creer...pero era verdad e incomparable esa felicidad.
Y es verdad que hoy también festejamos
a nuestros seres queridos que ya
se han ido, parece que fue ayer....que seguimos y seguiremos ¡extrañando!
-¡Como pasa el tiempo!- El tiempo inventado por el hombre para que las cosas no sucedan en un mismo
instante...(¿donde he escuchado esta frase?) Parece que fue ayer cuando veía
mi barriga y no alcanzaba a ver casi ni mis pies; esos movimientos extraños
dentro de mi, era como un sueño. Ya decía yo que aunque nos contaran nuestras mamás, abuelas, hermanas, amigas, así "enecientas" veces, no es hasta cuando se vive en carne propia, que se comprende ese sentimiento incondicional. Sabia naturaleza que nunca dejara de sorprendernos... nos da la vida y nos la quita, para volver a florecer en su momento...
Recordando parte de la intensidad, es así como se vive el verano
escandinavo, se aprovecha el tiempo, los días largos de luz mágica. Se ven algunos, como lagartijas en sus bañadores reposando en los bancos y los jardines. Así yo observaba el panorama vestida en mis jeans y un ligero yérsey y agradecía a la vida y a esos días de sol resplandeciente. -¡Como se valora el
tiempo!- pues las estaciones se van como el agua para comenzar una y otra vez con el ciclo que se a vecina.
Disfrute entonces vigorosa del comienzo de esa nueva aventura, de esos paseos con el
cochecito, de ese proceso de una nueva vida con la pequeña
personita que había llegado tan esperadamente. Como deleite de aquellas
flores de verano, aquellas de aroma como esas señoras perfumadas elegantes que
salen a pasear.
En esos días también nos visito una entrañable y vieja amiga hablamos de los ciclos y de la vida.
Hicimos un tour por la
ciudad, concluyendo con una agradable visita al parque de Rosendals.
Así hemos disfrutado del verano hasta que
nos sorprendió el ¡otoño! . Es tiempo de cambiar el "chip" , abrigarnos.... y confrontar esos días cortos, densos. -!Ay!- implacable naturaleza. Se ven caer las hojas tornasoladas que
crujen cuando uno camina sobre ellas , como si lloraran despidiéndose por que
se ha ido el verano. Pero sigue la vida y pronto le celebraremos ¡un mes mas! pequeña.
Ahora que empieza a oscurecer , casi a las 4.30 de la tarde, me dispongo a preparar
algunos panecillos suecos y ¿por que no? Pan del día de todos los santos!
Cardemumma bullar / rolles de cardomomo |
pan de muerto |