miércoles, 28 de marzo de 2012

El influjo de la música con sabor a primavera...



Here Comes the Sun, durururu, here Comes the Sun.. and I say, its alright...little darlindg the smile’s returning to the faces.. I feel the ice slowly melting...sun, sun here it comes... No se porque pero esta mañana amanecí tarareando esta canción de George Harrison, me entusiasma cuando la escucho pues me produce un efecto que me cautiva, esta vez  habrá ocurrido en mis sueños... será que ya llegó la primavera aunque el frío siga presente en esta tierra. Eso creo, y como si el influjo de la música se proyectara con más nitidez, entre la vigilia y la claridad del día, muchas veces con ese saborcito que nos puede transportar al recuerdo, como aquel momento especial cuando fue acentuándose el gusto y una debilidad por ciertos grupos, artistas y estilos. Lo cierto es que mi predilección por la música en mi época de preadolescente fue al principio gracias a lo que solían escuchar mis hermanos, siendo ellos algunas generaciones adelante de la mía, entonces pude conocer un poco mas de aquellos grupos y artistas del momento y épocas anteriores, a parte de la educación de mis padres y abuelos por su pasión por la música de su época y de todos los tiempos, como: la clásica, la tradicional, los boleros, los tangos, etc. 






Me parece fascinante como la música puede provocar y causar un efecto en las personas, tal vez en los animales y en la misma naturaleza,  que  través del lenguaje de los sonidos y los ritmos puedan levantarnos el ánimo, o ponernos tristes, inspirarnos, evocarnos ciertos momentos de nuestras vidas, llevarnos a la nostalgia, alegrarnos; viajar a épocas o hacer locuras. 









El arte de la música como lenguaje universal, que rompe siempre barreras me parece mágico. Entretanto de este lado me doy cuenta que aunque puede ser duro el invierno aún mas para los que no estamos acostumbrados, comienzo a percibir una cierta transformación en el ambiente como si fuera una barrera que se diluye; que hace cambiar de actitud a las personas y ver sonrisas en las caras, seguro que irrumpe como influjo, un plus de apreciación  por la naturaleza que nos despierta, como una metáfora que logra seducir. 


  
Y a propósito parece ser que este país de 9 millones de habitantes sea un gran exportador de música y artistas,  deberá su inspiración en gran parte al clima que es tan marcado. Una cultura discreta donde se urden piezas claves bajo sus techos para después aportar al mundo parte de su talento. 



Debe ser que  estoy a flor de piel...y también me recuerdo que hace unas semanas asistí a un concierto de Jazz en Kulturhuset  ( casa de la cultura en sueco ) fue  un momento grato que me lleno de energía, como si hubiera sido una dosis de vitaminas para alegrar el espíritu que contrarresto entonces ese cansancio inconsciente por la falta de luz del sol en esta parte de la geografía. Ha sido inesperadamente una buena sorpresa,  una buena recomendación a la reunión de algunos músicos del circulo de Jazz en Suecia, como el trompetista Sueco del Jazz Nils Landgren, músico notable, multifacético, versátil y muy entusiasta; así como Magnus Landgren joven talentoso, compositor reconocido como uno de los mejores o quizá el mejor  saxofonista de Suecia y entre otros talentosos que conformaban esa noche el concierto. 




Reconozco que aunque me gusta el jazz y el blues, no soy muy fan del Jazz contemporáneo,  puesto que tengo mis preferencias, sin embargo me he llevado una buena impresión. Me ha parecido excelente, la calidad y la destreza de los músicos. Recordé que  presenciar un evento de música en este caso especial del Jazz es aun más excitante verlo en vivo pues hace vibrar el organismo y poner la piel de gallina. 



Estamos iniciando la primavera y pueda ser que el impacto de energía siga in crescendo a la espera de que mejore el tiempo y los jardines se invadan de flores, por lo pronto en el cono norte. Me supongo que como parte de la naturaleza las pilas se seguirán recargando otro tanto... lo cierto  es que se nota que los días se alargan y las noches como un gotero se van acortando, una transición que nos predice el cambio de estación como estos días de luz diáfana que se disuelven con el paisaje iluminado.




En cuanto sale o hace un día  de sol aprovecho inmediatamente para salir a correr o dar un paseo al rededor del lago para después volver a mis tareas, disfrutar en compañía de la música y otros hobbies... Justo se me antoja ahora que voy recuperando la energía, recurrir a la escasa pero buena colección de música que tengo, aunque no falta en la actualidad conseguir lo que  se quiera a través de Internet, pero prefiero muchas veces rebuscar en mis archivos de CDS , pues me encanta ver las carátulas de los discos. Puedo hacer alusión al Jazz o escuchar algo de blues , música latina, clásica,  pirekuas (canciones purepechas), entre otros generos. Sin descartar que también me encanta escuchar la radio que por cierto he descubierto una estación maravillosa (P6 radio Sweden) con música internacional. 


 

Todos estos momentos y algo de vitaminas para renovarse... aquí entra unos de mis hobbies favoritos, mi pasión por la buena comida y el placer de cocinar... pensando en experimentar  y poner algún toque personal. Así que este tiempo lo aprovecho entonces para trabajar con mi investigación sobre la cocina, por lo que sigo en ese proceso y me enfoco en la cocina mexicana aunque no falte inspiración para otros platillos.


 


 Esta vez mi propuesta fue cocinar unos pimientos verdes rellenos de picadillo ya que los chiles poblanos por aquí... a pesar  de que existe una variedad de chiles especialmente por la migración hindú y tailandesa. Hemos preguntado en uno de los mercados principales de la ciudad, el único sitio donde había productos frescos exóticos; nuevamente -¿cual fue mi sorpresa?-, -¡claro!- los encontré pero para lo suecos es algo especialmente raro, había solo un par de chiles poblanos en una cesta junto con jalapeños que son lo más conocidos ( y caros también... ) parecían como parte de la decoración con respecto al resto, algunos tomates verdes en otra cesta también cosa rara , un chile habanero en otra pequeña, y el resto parte de lo habitual. Hemos preguntado a lo que nos han comentado que aquí la gente no sabe como preparar ese tipo de chiles, por eso no suelen venderlos. 




He pensado que podría ser también, que por la minoría de mexicanos en este país comparado con otras nacionalidades o que seamos pocos los mexicanos interesados en preparar la auténtica cocina ¿mexicana? Por el momento sigo explorando..., y el hecho es que no hay suficiente demanda, así que imagínense que cada chile poblano costaba 60 coronas la pieza (casi 7 euros) o 125 pesos mexicanos... -¡Madre mía-! -He dicho- Bueno, nuevamente he tenido que adaptarme a las circunstancias, pues suena como a ¡reto!, muy bien. 

Esta receta a diferencia de la que he preparado para mi entrada de septiembre...tiene alguna variante y esta inspirada en otra receta de relleno de chiles en "nogada" con un toque más contemporáneo, para hacerlo mas sencillo. Para la salsa de tomate con crema, he descubierto  algo que se llama Gräddfil,  mi marido me dice que eso es Yogur y este lo utilizan para acompañar diferentes tipos los arenques, la cosa es que a mi me encanta, me recuerda al jocoque  ( en México) una influencia de las raíces árabes a nuestra cocina, es como la crema pero un poco más ácida. Como sea, me parece delicioso para esta salsa. Vuelvo a recalcar que tal vez para los que sean muy puristas les parezca una aberración, a mi también me gusta lo tradicional, pero como la cocina no tiene limites también me atrevo a experimentar.


Pimientos rellenos de Picadillo en salsa de tomate y crema. 





Ingredientes para 10 chiles

- 10  pimientos verdes medianos
- 1/2 kilo de carne de ternera molida
- 1/2 taza de aceite de maíz
- 1 taza de cebolla picada
- 1 taza de tomate molido y colado
- 1 cucharada de ajo picado
- 1/4 de taza de almendras peladas y picadas
- 1/4 de taza de pasitas
- 5 chabacanos secos  cortado en trozos pequeños
- 2 cucharadas de perejil fresco picado
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1/2 cucharadita de pimienta fresca molida
- 1/4 de cucharadita de clavo de olor molido
- 1/2 cucharadita de tomillo seco
- 1 cucharadita de orégano
- 1 plátano macho picado en dados
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 1 cucharadita de pimienta fresca molida
- 1 cucharada de sal

Se calienta el aceite a fuego lento una vez caliente se fríe el ajo,  se añade la cebolla hasta que se dore o hasta que este transparente, se incorpora el tomate. Se cuece durante 15 minutos aproximadamente.


Se añade la carne hasta que se cueza, se agrega el resto de los ingredientes, se mezclan bien. se prueba de sal, y se deja enfriar.


Los pimientos se asan, se colocan  en una sartén a fuego mediano, y se van girando hasta a que la piel se ase, evitando que se quemen demasiado, esto se puede hacer directo en la estufa. Después se  van colocando uno a uno  en una bolsa de plástico y se dejan reposar aproximadamente 15  minutos para que los pimientos suden, se le quita la piel con cuidado para que no se rompan, después se abren y se sacan las semillas, se pasan por  agua para quitar el resto de semillas y se secan. Se rellenan con el picadillo.




Ingredientes para la salsa


- 10 tomates
- 2 ajos medianos
- 1/2 cebolla
- 1/2 litro de crema o nata ( o jocoque )
- 1/2 cucharadita de oregano
- 1/4 de taza de almendras peladas
- 1/4 de taza de almendras fileteadas
- sal
- pimienta fresca
- aceite de maíz




Se cuecen los tomates, con los ajos y la cebolla. Se se quita la piel a los tomates y se  licuan con la cebolla, los ajos, las almendras, el oregano, la sal, y la pimienta. Se sofríe la salsa en el aceite, a fuego medio, cuando empiece a hervir se baja la temperatura y se añade la crema, se mueve poco a poco hasta que quede bien incorporada, se  prueba de sal y se retira del fuego.


Se sirven los chiles y se bañan con la crema se puede decorar con las almendras fileteadas, y acompañar con arroz blanco, se puede utilizar el arroz basmati que me encanta, pues tiene un sabor aromático, a veces mejor cocido sin grasa, dicen que es mejor... para una buena  salud ¡cardiovascular! y cuece en 20 minutos.






¡Hasta la próxima!




















 



1 comentario:

  1. Gris, me gusta todo lo que escribes. Que barbaridad con los precios de los poblanos!! Pero bueno, tambien es muy admirable que te adaptes a lo que hay en el lugar donde vives. La receta con pimientos te quedo muy bien. De todas las historias mi favorita es la de Lorenzo, todavia me da risa..jaja.. Un abrazo!

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